Cómo mi primer beso fue una vergüenza absoluta.
Dicen que es de mala educación pedirle a alguien algo que no hemos
hecho primero (perdón por tan poco mamá), y por eso quiero inaugurar este
espacio para ustedes, compartiéndoles una paltaza mía. Tranquilos, tranquilos,
con el tiempo creo que he aprendido de mis errores y lo que verán a
continuación prometo no es el ritmo estándar de mis días.
El roche:
Mi primer beso,
sabor a fresa (pero que fue paltaza)
Realmente
no recuerdo con exactitud la edad que tenía, y en verdad, mejor, porque sería
recontra rochoso no poder excusarme con él –pasó hace un montón de tiempo- que
me permito cada vez que cuento esto. La cosa es que yo estaba en una cita con
quien llamaremos Federica (+10 puntos en creatividad), siendo un chibolo
prepuberto con todas las ganas de dar mi primer beso (por favor imaginen que
era recontra menor).
De lo que
recuerdo antes del trauma, la cita fue bastante bien. Conversamos un buen rato,
nos reíamos bastante y nos pedimos algo de comer en el Food Court del Jockey
Plaza (soy un romántico, lo sé). Hablamos de cosas tan profundas que en este
momento no creo poder recordarlas, pero luego de varias miradas indecentes a
los labios, entendí que estaba muy cerca de dar mi primer beso. No hubo mucho
tiempo como para quedarme en suspenso, el momento solo se dio y yo estaba
frente a Federica con ojos cerrados e inclinada hacia mí con una velocidad
directamente proporcional a la de mi cerebro en ese momento (bastaaaaaante
lenta).
No tuve más
opción que mandarme con todo y bueno. Nos besamos.
No quise
celebrar, luego de no sé cuántos segundos me arrepentí y ni si quiera fue por
algo que fuese mi culpa. Federica se había pedido un batido de fresa. Perdón,
déjenme enfatizarlo un poco más.
FEDERICA
PEDIDO
FFFFRRRREEEESSSAAAA
Pequeño
dato curioso. Aborrezco el sabor a fresas con todo mi ser desde tercer grado.
Gran dato curioso, desaproveché mi primer beso con una chica sabor a fresa y
por si no fuese poco, lo había hecho de inconsciente porque claramente no
estaba tan into her como para perdonar este error garrafal de mi vida.
¿Quieren
saber la mejor parte? Ahora si es una vergüenza patrocinada por mí. Terminó el
beso y como todo un campeón, pregunté: “¿Qué tal estuvo?”
No vuelvas a paltear:
Bueno,
supongo que a todos nos pasa. Por eso creamos esta web, para que nos
acompañemos en los momentos de harto roche y sigamos adelante, tratando de
pensar “ala pero esta historia está mucho peor que la mía”. Pueden enviarnos
sus Paltazas al DM de nuestra cuenta de Instagram @paltazzablog y nosotros nos
encargaremos de compartirla de forma anónima. Que tengan una mejor semana,
paltanautas.
Si quieres
meterte en el mood "vergüenza de la vida, por favor alguien bórreme de la faz de
la tierra, palta nací y palta moriré", puedes regresar a tus momentos de la
infancia con este capítulo del Manual de Supervivencia
escolar de Ned, o puedes continuar burlándote de mis desgracias con otra anécdota paltísima ¡Todo mal!
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