El roche te perseguirá por siempre
Creo que todos
los estudiantes tienen un miedo universal. ¡Qué palta! No se lo
deseo ni a mi peor enemigo. Es tan fatal que te mantendrá despierto todas las
noches, ese recuerdo que tu mente trae a las dos de la mañana para no dejarte
dormir y tus amigos no dejarán que lo olvides hasta que te termines el cole.
El roche:
La situación es
esta: ya pasaste al primer año de la secundaria. Dejaste la primaria atrás y ya
no te sientes un niño, todos te dicen que es una nueva etapa, nuevos cursos,
nuevas responsabilidades y te lo crees. A pesar que regresas a tu casa a tomar
tu vaso de Kiwigen sabor vainilla mientras ves Disney Channel y luego tomas una
siesta de 4 horas. Seguro ahora llevas clases en otro pabellón (con los chicos
grandes, obvio), ya no llevas lonchera y tus amigos ya no hablan con los grados
menores porque “son los chibolos pulpines” y que paltaza. Por favor, esto
es secundaria.
A todo esto,
así como tienes una profesora que odias, también tenemos esa profesora (o
profesor) paciente, divertida, que hace que las clases no se sientan como tales
y amas ir al curso aunque no lo admites porque eres un adolescente 100% cool y
rebelde. Aquí viene: estás en una de las clases de la profesora que ya
mencionamos, ha dejado un trabajo y pone música de fondo para que todos estén
motivados porque así de chévere es. Estás concentrado haciendo tus tareas
cuando te aparece una duda y sin pensarlo dices: “Mamá!” para llamarla. Alguien
más tuvo flashes de guerra al leer esto? ¡Qué paltaza! Te digo algo: ya fue ya,
todos tus intentos por ser un adolescente maduro ha fracasado. Le acabas de decir
mami a tu profesora y ahora tienes 10 años menos frente a todos tus amigos. La
cereza del pastel es cuando te responde: “si, hijo?”. Bye, nos vemos en el
nuevo cole.
No vuelvas a paltear:
A la mayoría de
los estudiantes les ha pasado, es natural ver a tu profesora como tu segunda
mamá, más que todo si es una buena profesora y realmente es un cumplido
compararla con tu mami. Pero ya pe, a quién le importa eso a esa edad, ¡qué palta! Nada le quita lo rochoso.
- Bre
- Bre
0 Comentarios