Como dijo alguna vez una chica con la dignidad bien puesta: Antes muerta que sencilla. Evita las paltas de no saber el dresscode y siempre ten un outfit confiable para cualquier situación.
Cuando estás en el colegio, todo es mucho más sencillo. Todos los días asistes con uniforme a clases y los fines de semana puedes sobrevivir con un par de zapatillas, un polo básico y un jean azul. El problema está cuando estás en la universidad y toda clase de eventos, donde cada una amerita un distinto tipo de atuendo. Está el outfit regular —muy parecido al de los fines del colegio, por cierto—, el elegante —con blazer y botines ya estás—, el sport elegante —blusa a rayas, de todas maneras—, el casual —que varía depende de la estación—, y el no-sé-qué-ponerme-pero-quiero-estar-linda, que es sin duda el más complicado.
La semana pasada me invitaron a una reunión con unos amigos del trabajo de otro amigo. En otras palabras: no conocía ni a Peter. Mi primera pregunta —y la de cualquier chica con dos dedos de frente— fue: ¿qué se van a poner? La respuesta no fue la que esperaba, pero tuve que haberlo pensarlo, ya que a quién le preguntaba era, pues, un hombre: No sé, un pantalón. Genial. Muchas gracias por la poca ayuda. Ante ello decidí ir por la vieja confiable: una blusa suelta, jean y botines sin taco —de esos medios sports con la suficiente pisca de elegante, que solo las mujeres podrían entender la referencia—. Y todo marchaba de maravilla, hasta que llegué al lugar.
#TrágameTierra #LaPaltazaDelAño
Mujeres en vestido y hombres en terno. Primera reacción: un codazo a mi amigo por la escasa y errónea información sobre el dresscode. Segunda reacción: disculparme e ir al baño para ver cuán crítica estaba la situación. Tercera reacción: secar las lágrimas y llamar a mi mejor amiga. Una puteada y 10 minutos después, estaba otra vez en la reunión con copa en mano y sonrisa fingida en la cara. No hay roche que un par de shots los alivie.- Stephanie Leo
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